miércoles, 17 de septiembre de 2008

No esperes el sol

Despojado de certezas, encausando demasiados sentimientos para lo que se supone una solución objetiva.
Veo el mundo llorar.
Veo tus ojos tristes y mis manos tiemblan.
Resuelto a observar los pasos, abrazos, pleitos, amores, desamores, sufrimientos, felicidades, y demás cotidianeidades.
Sumerjo mi lente en lo oscuro.
Sueño, cada tanto alucinaciones, que despiertan la febril noche de ayer y llenan el mar rojo sangre.
Tierra fértil se escapa de tus manos al igual que tu vida por enfermedades tan complejas como tu decisión de hoy.
Jazmines florecen en campos minados por tu propio ejercito y convierten la guerra en un disfraz primaveral que te ayuda a padecer sin ser.
No esperes el sol en el horizonte, será efímera su belleza.

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